miércoles, 9 de mayo de 2012

Publindignada...

Señoras y señores, anónimos y anónimas, lectores todos (y todas):


Estoy indignada con la publicidad, especialmente con la radiofónica. Lo peor, es que tengo que aguantarla si quiero escuchar al Carlos Herrera de mis amores despotricando sobre el chándal del equipo olímpico español ("eso es para ir a robar cobre", entre otras lindezas) o alabando las victorias de su Real Betis Balompié.


Los anuncios que me casi consiguen amargarme la mañana no son los de Endesa (Hi! I'm Marcus... James Naismith, creador del baloncesto, etc.) ni los de Bankia destilando buen rollo, no.


Por ejemplo, son aquellos en que ponen a un supuesto gallego tratando de hablar como un gallego para promocionar los menús de un restaurante gallego en Madrid. De verdad, ¿quién se cree que los gallegos hablan así? Suena más o menos como si yo me pusiera a hablar como una canaria... 


Otros anuncios que me escaman: los quitamultas. En lugar de abogar por la responsabilidad en la carretera, por la reducción de la velocidad y por el respeto entre usuarios de la vía, defienden a capa y espada que "blindes tu carné", que "recurras todas tus multas" y que instales detectores de radares en tu coche para que "no te frían a multas". Triste, ¿no? 


Y ahora ya mi favorito, objeto de mis iras feministas durante dos días (desde que lo escuché, vamos). Situación: pareja comentando las razones por las que prefieren la anticoncepción sin hormonas y, de paso, explicando el funcionamiento del cacharrito en cuestión. Momento estelar: "(Él) Si la pantalla se pone roja, ¡peligro! ¡Güi, güi! (Ella) haha, se va con los amigos al bar. (Él) si la pantalla se pone verde... (los dos) podemos hacer el amor." ¡¿Perdón?! ¿Si no puede echar un polvo se va con los amigos al bar? ¿No se puede ir ella con sus amigos? ¿No pueden salir juntos? ¿De verdad que la alternativa a la cama es el bar?


Posiblemente, lo que buscan los publicistas es que se hable de la campaña, pero no sé yo el volumen de ventas que pueden generar...


Queridísimos lectores, ¿os parece normal? 


P.D: Edito: la chica del anuncio del método anticonceptivo chachiguay es locutora en la local de Onda Cero en Madrid y tienen cachondeíto porque dice "hacer el amor"... ainsssss



viernes, 4 de mayo de 2012

DearAnonymous...

¡Anónimo mío! ¿Dónde estás? ¿Por qué ya no te manifiestas? ¿Estás esperando a la próxima procesión bajo la lluvia? De ser así no te preocupes, el 10 de junio está a la vuelta de la esquina. En fin, cuando quieras, sabes que puedes comentarme...


¿Ves? A lo tonto, por esperar tu constructiva respuesta a mi último comentario, casi se me pasa un mes sin escribir. Y no porque no tenga cosas que contar, ¿eh? Porque me he vuelto a quedar a las puertas de trabajar en Presidencia, porque como no tengo experiencia mi puntuación es ínfima. Ahora bien, ¿cómo voy a conseguir experiencia si nadie me da una oportunidad? Anónimo mío, si sabes la respuesta no dudes en compartirla conmigo, prometo darte carnaza para comentar de aquí a los restos.


Pero no te creas que solo me ha dado tiempo a deprimirme, no. También me he cabreado con el chico tan majo que sale en el Qué! diciendo que quería cobrar pronto la devolución de Hacienda para irse de viaje.. ¡olé! Representativo al máximo de la situación actual, claro. A otros se nos acumulan los gastos y lo de los viajes se queda en hacer un seguimiento dos veces a la semana del estado de las obras de la A6. Otra cosa que no entiendo, Anónimo mío, ¿cómo lo hace la gente? Viajes, i-Cosa (o similares, ya sabes que yo soy de marca blanca), cámaras (no traídas por los Reyes), cenas habituales (me refiero fuera de casa, yo también tengo la sana costumbre de cenar), ... de verdad, no lo concibo. Solo de pensar en los gastos que tengo de aquí a septiembre me pongo blanca. Siempre está la opción de rechazar alguna de ellas, pero evidentemente eso no entra en mis planes, los "causantes" (dicho sea con todo el cariño y la ilusión del mundo) de los gastos merecen eso y más. No sé, supongo que es cuestión de prioridades. Cada uno elige a qué dedicarse, ¿no crees, Anónimo?


Espero haberte dado material de sobra, Anónimo... no me hagas esperar otro mes por ti.


¡Hasta la próxima entrada!