Erizos y complejos

Para quien no lo sepa, los erizos están cubiertos de púas para defenderse de sus predadores, porque este bichillo tiene más miedo que vergüenza a todo lo que venga de fuera. Sin embargo, a pesar de ese temor, de cuando en cuando también quiere acercarse a los demás, darles mimos y sentirse querido -todo lo que puede sentirse querido un erizo-. Cuanto más se acerca, como se puede adivinar, más clava sus púas y más daño hace, así que termina por alejarse. Al final, tanta protección para terminar solo... curioso, ¿no?

De un tiempo a esta parte me siento más erizo que persona... cuanto más me acerco, más daño hace mi coraza a quienes más quiero.

Cada mochuelo...

...a su olivo.

Y cada uno a su lugar, que ya lo decide el tiempo.

Mientras me dejan donde me corresponda, pienso que tengo las ideas bien claras, que sé lo que siento para bien o para mal y que seguiré alucinando con la extrema falsedad de aquéllos que dicen ser amigos.

Va a ser verdad que me estoy volviendo peñasco, casi ni me afectan los golpes y cada vez me pongo yo antes de nada; creo que ya me lo merezco... ¿cuánto tiempo hará que no me siento feliz, así, con todas las letras? ¿Meses? Ya va siendo hora, ¿no?

Ojalá hubiera tenido el valor suficiente para quedarme en Copenhague...


próxima entrada: el complejo del Erizo

Momentazo...

Dado que mi discursero favorito no puede comentarme y se siente celosillo (a ver si nos vamos haciendo un fotolog, ejem, ejem...) escribo por aquí, que así puede dar caña al teclado, jejejeje

Yo, personalmente, quiero una banda de esparto con incrustaciones de latón charro de las tiendas de souvenirs y que el escenario esté decorado con espumillón rojo con lunares blancos....del resto del look MaríaIsabel me encargo yo, xD

¿Votamos? ;)




Y sí, Miguel, va a ser un momentazo!

¿...

¿Se pueden escribir las sonrisas?

¿Y la luna llena?

¿Se pueden contar las estrellas del trópico?

¿Cómo puedo contar los paseos al atardecer?

¿Y cómo puedo describir el sonido del mar?






Aunque sólo sea un mal amago, yo también escribo...y me río...