Y, por lo tanto, cuatro domingos que he pasado en Copenhague, lo que vienen siendo 22 días... y estoy más feliz que una lombriz... Algo me decía que ésta sí que era mi oportunidad, que aquí iba a encontrar algo que me diera motivos para sonreír, algo que me empujara a cambiar el chip y que, por fin, iba a poder empezar de cero...
¿Los culpables de esto? El Spanish Team... :)
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