miércoles, 6 de mayo de 2009

... (...) ...

No escribo, más que por falta de motivos, porque escribir requiere pensar ordenadamente, algo que no hago desde hace bastante tiempo.

Porque, como reza el dicho, hasta que no pierdes algo no lo valoras. Y ahora me falta una risa, una mirada, una caricia, una lengua, una vocecina, un sms espontáneo, un te quiero sin pedirlo, un plan de fin de semana, un beso, una siestina, un susurro, un momento...

Y, primero por tener todo eso y después porque me falta, soy incapaz de encadenar razonamientos y palabras.




Quiero convencerme de que aún sé llegar a Nunca Jamás, que la segunda estrella a la derecha sigue ahí...
Quiero convencerme de que nada ha terminado...
Quiero convencerme de que los baches se pueden superar...
Quiero convencerme de que soy lo bastante fuerte como para seguir sonriendo...

Por querer que no quede

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