viernes, 19 de junio de 2009

no...

El tiempo finalmente no se detuvo, por más que lo intenté tratando de congelar los momentos en la Plaza o en Zacut...

Y ya hace una semana que comprimí cinco años en un Clío y recorrí los últimos 300 km de mi vida universitaria con el corazón en un puño, arrepintiéndome de los pasos que no di y de todas las cosas que me quedaron por hacer.

Aunque ahora todo cicatrice, tanto en el sentido literal como en el figurado, y por eso todo parezca normal, sé que no queda (casi) nada de la niña que llegó a Salamanca en 2004, ni de la que se fue de Erasmus un poco más adelante, ni tampoco de la que decidió dar un vuelco a su vida en un 3º caótico, ni de la que recuperó el tiempo perdido en el país de la Sirenita... Sólo vino conmigo la que quiso disfrutar al máximo los últimos suspiros de su paso por tierras charras, la que decidió plantar una sonrisa en su cara y la que va a añorar eternamente a las personitas que hicieron de Salamanca el mejor lugar para ser feliz.

Miss you all

1 comentario:

Anónimo dijo...

:)

I still can feel you holding me so tight I think it's going to last forever...

And, actually, it is.

;)