jueves, 3 de septiembre de 2009

Agosto...

Agosto pasó rápido, como un torbellino de sensaciones y experiencias. Empezó con un vuelo a Italia y terminó de verbena en Voznuevo, en otras palabras, en la variedad está el gusto.

La verdad es que 31 días se pueden estirar en recorrer Turín, Génova, Milán, Aosta, Pré-Saint-Didier y Verona, en agotar las noches y volver a casa con el amanecer, en jugar a ser independiente, en conducir mucho (y despacio), en disfrutar y en recordar viejos tiempos.

Sin embargo, me quedo con todo lo que he crecido durante este verano... sólo se aprende de los errores, los aciertos no enseñan tanto. Ahora sé relativizar lo que siento, sé refugiarme en un libro cuando las cosas van mal, sé salir de situaciones que hace unos meses me habrían aterrorizado...

Gracias a todos los que me habéis dado la mano para seguir andando... :)

2 comentarios:

Laura dijo...

Eso de conducir despacio ... ;)

Nialir dijo...

130 km/hora como mucho... ;)