Gracias a la experiencia de los casi 30 días que llevo en la ciudad del Támesis me atrevo a decir que NUNCA JAMÁS diré que en León vivo en el quinto pino porque tardo 15 minutos en llegar al centro y unos 45 en ir al Palacio... De entrada, cada vez que quiero salir de mi casa aquí me esperan 20 minutos de paseo hasta la parada de bus/metro más cercana, más luego lo que tardo el llegar al centro (léase, 1 hora y 10 minutos desde la habitación desde la que escribo hasta Tottenham Court Road... si tengo que cambiar de línea para qué queremos más, xD).
Por lo demás, certifico que los mini ingleses son hooligans en potencia, que me río yo de la multiculturalidad española (7 nacionalidades diferentes en una clase que no llega a 20 alumnos), que la pubertad es la pubertad allá donde vayas y que las/os niñas/os de primaria molan infinitamente más que su versión digievolucionada.
En resumen, me va bastante bien, sin quejas y sin malos ratos... pero os echo mucho de menos, believe me. Las alegrías no son iguales si no hay alguien al lado con quien compartirlas.
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