Y, de repente, caes en la cuenta de que es la primera vez en tu vida que no tienes un plan B al que agarrarte si la improvisación falla; de que por primera vez no hay maletas ni billetes de ida implicados; de que se acabaron los aviones que no van de vacaciones; de que hay que cambiar la persona en la que conjugas los verbos; de que tienes que redecorar tu vida al más puro estilo Ikea...
El futuro es como el bigote:
una vez que te lo ves ya no dejas de pensar en él.
(María Blanco dixit once)
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