Éste debería ser un post para recapitular los últimos días, con mi hermana y sus amigos. Debería ser un post desde el que gritar al mundo que me he librado (momentáneamente) del máster. O para hacer la cuenta atrás de lo que me queda en Londres y contar mis aventuras para hacer las maletas. Incluso para quejarme de que sigo sin trabajo.
Pero no.
Hoy este post se lo dedico a ella, por las magdalenas de donde Laudi con un vaso de leche para que pasen, por las cenas de nochebuena, por el reencuentro tras años distanciadas a pesar de vivir al lado, por las lágrimas cuando le dije que era licenciada y que me iba a Londres.
Hasta siempre, abuela.
cuánto tiempo perdido
4 comentarios:
Alguien me dijo hace no mucho tiempo: que no se nos quede nada por decir...
Abrazo.
Gracias, pequeño
Orologiaio tiene toda la razón, siempre es mejor hablar más de la cuenta que dejar que el carcinoma de las palabras nunca pronunciadas nos debore por dentro.
Un saludo, soy tu nuevo seguidor.
@->---- Ya lo sabe, señorita... Más que nunca, hoy estoy a tu vera...
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