-No es por nada, pero empiezo a cansarme de la vida de llanera solitaria...
-¿No eras tú la que iba de independiente por la vida?
-Que sí, que está genial ir a tu aire, no dar explicaciones, hacer lo que te venga en gana cuando más te apetezca...
-¿Entonces?
-Cómo se agradece que te den los buenos días mientras remoloneas en la cama y suena el despertador; o arreglar el mundo con el desayuno delante; o visitar y ver cosas que, aunque ya te las sepas de memoria, siempre te acaban sorprendiendo; o viajar con más compañía que el iPod...
-Bueno, pero ya sabías que iba a ser así.
-Vale, sí, sabía a lo que venía... Pero pensé que sería más fácil, más llevadero, que la falta de compañía no me iba a sentar tan mal... No sé, quizá esa imagen de tía dura es sólo eso, una imagen...
-Al menos estás trabajando, imagínate si no...
-Ya, cuando hay trabajo, genial, pero no veas lo mal que se lleva estar 10 horas delante del ordenador sin hacer nada... y pensando que podría estar tirada en la finca sin hacer ni el huevo... En fin, coste de oportunidad, que lo llaman los de economía...
-Piensa que ya no te queda nada y, si lo cuentas en semanas, menos aún.
-Calla, calla...que después de la semana viene el finde...dos días completely alone no hacen niguna gracia...al menos en la oficina veo congéneres humanos...jejejeje... A ver qué tal el jueves, que nos vamos de mojitos por ahí...
-Menos da una piedra.
-Y encima hace daño.
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