jueves, 12 de noviembre de 2009

Glisser...

Caminas con seguridad, clavando los tacones en el suelo, haciendo resonar cada paso, mirando por encima del hombro a quienes te rodean y sintiéndote especial.
Hasta que pisas esa hoja húmeda o esas gotinas de café que alguien derramó sin querer o esa agua que entra con los paraguas y te resbalas.

Sólo al rato te das cuenta de si fue sólo el susto o de verdad te duele algo...

1 comentario:

. dijo...

Taconenando en London... qué más da si te resbalas... ¡Estás taconeando en London!

Ou yeah.
:P